Como pelota que va al frontón
choco, reboto y vuelvo a arrancar.
Para que me peguen por izquierda,
y me acomoden con derecha sin parar.
El destino maneja la raqueta
y alguna que otra mujer hace de paredón
a ellas les compongo esta letra
mientras se descompone mi razón.
Porque la verdad te trata con dureza
la mentira te rompe el corazón
mientras la duda te tortura
haciendo trabajar la imaginación.
El lápiz y el papel son mis psicólogos
cada dos por tres tengo una sesión,
en donde vuelco todos los diálogos
entre mi consiente y mi otro yo.
Así se me pasa la vida
en el vaivén del descontrol
como borracho en una hamaca,
con melancólico dolor.
Esta historia se termina
pronto habrá otra a continuación
en que la pelota siga dando vueltas
chocando contra el frontón.
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